Manchas de café amargo y lágrimas tenues situadas al margen
de la hoja de un joven escritor
Luces sin fuerza que iluminan pobremente las penumbras de un
quebrado corazón
Cataratas de sentimientos plasmados a tropezones en un trozo
viejo de papel desteñido
Los intentos tardíos de sanar la culpa de un lector mal
herido
Quiso dormir por las noches y sus demonios se lo impedían
Dejo la bebida a un lado y se apartó de la fantasía
Miro la realidad devastado y con la cabeza fría
Se quedó en un pozo sin fondo y con una única salida…
Quiebra su llanto de niño cuando su nombre escucha
Vuelve su vista a la luna como si fuera suya
Cree tener esperanzas pero no las usa
Se sienta mirando su vida que ahora ya no es tan suya…
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